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La Tercera: Estresados, ansiosos, frustrados y deprimidos: el estado de ánimo a cuatro meses de trabajar desde casa

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Sondeo revela que son las emociones que hoy predominan en los trabajadores, cuyas principales causas con la pandemia y el confinamiento, que obligan a conciliar trabajo y familia.

Antes de la crisis sanitaria existía temor y estrés en los trabajadores en Chile. Una encuesta realizada en noviembre de 2019 por Randstad señalaba que uno de sus principales temores e inquietudes era perder su empleo (52%). Pero además, se reconocían ansiosos y estresados.

Y en 2020 esa sensación abrumadora ha ido en aumento debido a la crisis sanitaria por coronavirus. Así lo revela una encuesta a trabajadores, que ante la pregunta de selección múltiple de “¿cómo te sientes?”, un 18,6% reconoció sentirse estresado; un 11,2% ansioso y un 9,7% frustrado. Otro 8,1% admitió sentirse deprimido y un 7,3% enojado.

Elaborada por la App WorkieTalkie, entre el 1 y el 7 de junio, recoge el estado de ánimo de 1.560 trabajadores y trabajadoras en contexto de pandemia de todo el país, pertenecientes a diversos rubros como retail, tecnología, municipios y fundaciones, entre otras áreas, que mantienen operaciones en terreno y también en teletrabajo.

La pandemia de coronavirus ha trastornado casi todos los aspectos del entorno laboral. Con miles de personas trabajando repentinamente de forma remota a menudo en oficinas improvisadas en casa, el costo para la salud mental ya se evidencia. No sólo hay que enfrentarse al estrés de la pandemia, también a la ansiedad por cumplir las tareas domésticas y laborales, todo eso en un contexto de aislamiento.

Es esperable que, en el escenario actual, volátil, incierto, cambiante y ambiguo, se experimenten esas emociones, indica Carolina Guzmán, directora Ejecutiva de WorkieTalkie. Si a eso se suman, dice, “las preocupaciones por los efectos asociados al contagio real o probable, las consecuencias relacionadas al aislamiento, la exposición a noticias sobre el creciente número de víctimas fatales, las exigencias del teletrabajo, la convivencia en espacios reducidos y, la incertidumbre económica, generen sensaciones de estrés y, con ello, ansiedad”.

Al comparar por regiones, la encuesta arroja que la mayoría de las emociones negativas son reconocidas por los trabajadores de la Región Metropolitana. Por ejemplo, un 98% de quienes se sienten estresados pertenecen a la capital, al igual que el 61% de los que sienten ansiedad; 93% de los sienten enojo y 87% de los que sienten frustración.

Teletrabajo forzado

No es el mejor escenario. Tampoco las mejores condiciones. Pero el trabajar desde casa, es una posibilidad que se agradece, indica el sondeo. A pesar de enfrentar situaciones difíciles, también manifestaron emociones positivas. Un 12% dijo sentirse tranquilo; 9,8%, agradecido; 8,1% relajado, y un 6,3% contento. Los trabajadores de regiones evidencian los mayores porcentajes de emociones positivas. De los que señalan estar relajados, un 95% es de regiones, y de los contentos un 72%.

El que existan personas que reconozcan sentirse tranquilos o agradecidos, Guzmán indica, responde en gran medida a que mantienen su fuente laboral y “cuentan con un empleador que se preocupa por ellos y los contiene emocionalmente”.

Manuel Araya, psicólogo UC y especilista de PSY Alive, plataforma de psicólogos online, explica que los factores contextuales cambiaron de la noche a la mañana y cualquier persona, aunque se caracterice por tener respuestas adaptativas eficientes, siente este cambio como un factor estresor. Así, dice, “uno de los principales factores que influyen en la percepción de estrés ha sido la velocidad a la que se ha ido dando este proceso de cambio y para el cual no estábamos preparados”.

En actual escenario, más que teletrabajo, debemos hablar de un teletrabajo de origen forzado, destaca Ignacio Puebla Osorio, psicólogo y Jefe del Departamento de Cultura de Seguridad de la Mutual de Seguridad CChCque por definición, no es planificado, y que puede estar motivado por otras variables, como confinamiento obligado, inseguridad laboral, crisis financiera, cuidado de un familiar dependiente, etc.

Es así como, además de la tensión de la propia actividad laboral, el teletrabajo de origen forzado sumado al confinamiento, incre­mentan la fatiga mental. “Y si a esto le sumamos otras variables como, el no poder salir a pasear, ir al gimnasio, realizar actividades de ocio, lúdicas y deportivas al aire libre, el querer atender las responsabilidades domésticas y familia­res, etc., los problemas de salud mental se pueden generalizar cada vez más”, detalla Puebla.

Factores de estrés

¿Qué factores influyen en el estrés en quienes trabajan desde casa? No existe un solo factor que influya. No obstante, hay ciertos elementos predominantes en este último tiempo, dice Puebla, que han generado impacto a nivel psicológico.

El que más se nombra, dice Puebla es la conciliación trabajo – familia: “La separación del ámbito laboral y familiar es uno de los temas más recurrentes entre las conversaciones de compañeros de trabajo. El hecho de no separar, y no sólo de manera física, ambos aspectos de la vida, puede dar lugar a tensiones que afectan psicológicamente a la persona que está trabajando desde su casa, ya que, no es que ‘necesites estar en dos sitios a la vez’, es que objetivamente estás en dos sitios a la vez”.

Paulina Sepúlveda

Fuente: La Tercera